Existen muchos programas de emailing, pero los gratuitos son más complicados de encontrar. Por eso, vamos a centrar la atención en dos de ellos, Sendinblue y Mailchimp, con semejanzas y diferencias obvias.
El mundo del marketing digital descubrió hace tiempo que una buena estrategia de emailing podría aportar grandes ventajas a las marcas y, sobre todo, lograr su objetivo principal: aumentar el número de ventas. Para ello, hay que diseñarlas atendiendo a razonamientos lógicos, y dirigiéndose a un público objetivo, dentro del propio target del producto. Eso puede servir para afianzar, buscar nuevos clientes y, en definitiva, mejorar el posicionamiento de la compañía.
Por lógica, los grandes avances que se han dado en el marketing digital, también ha llevado aparejado una nueva forma de evaluar, sostener e implementar el emailing de ventas en las empresas. La alta competitividad de los mercados y la gran habilidad de los públicos para conocer un mundo de ofertas parecidas, hacen que agudizar el ingenio se convierta en la verdadera herramienta. Las ventajas y hacer atractivo al producto que se pretende colocar en las cestas de la compra de los clientes es, por tanto, la finalidad.
Sin embargo, hacerlo de manera gratuita y a coste cero, es cada vez más complicado, lo que no quiere decir que sea imposible. En esta línea, cabe destacar que existen programas que pueden cubrir estas necesidades. En este artículo se va a centrar la atención en la comparación entre Sendinblue vs Mailchimp, ambos son programas que tienen cuentas gratuitas y pueden ahorrar bastantes euros en las campañas de emailing. Sin embargo, cabe resaltar que también conllevan algunos inconvenientes, además de todas sus ventajas.
Lo que está claro, es que la gratuidad en la utilización de este tipo de programas viene consensuada, desde el principio, para que, a medio o largo plazo, el usuario se haga con algunas de sus cuentas de pago. Pero, sin embargo, se le puede sacar mucha rentabilidad a las demos gratuitas o a sus versiones básicas, si se sabe cómo y para qué utilizarlas, en cualquiera de las campañas que se pretendan lanzar.
Por todo ello, vamos a hacer una comparativa sobre diferentes parámetros de estos dos programas, con objeto de determinar en cada caso cuál puede ser más ventajoso, según el tipo de empresa y el público al que irá destinada la campaña de marketing a través del correo electrónico. Obviamente, una buena destreza en la utilización de estos programas, ayudará especialmente a las pequeñas empresas, autónomos y negocios más modestos a competir con solvencia en un mercado, cada día, más globalizado, competitivo e inmediato.
Comparativa entre Mailchimp y Sendinblue
Llegados a este punto, lo más sensato es comenzar con aquellos parámetros más generales que pueden crear una visión general de ambas herramientas. Con ello, se quiere determinar cuál de ellas es más factible a la hora de utilizar su versión gratuita, para ofrecer campañas de correos electrónicos masivos con total éxito.
Asimismo, en cada epígrafe se describirán las ventajas o desventajas de ambos programas, y se hará una comparativa entre ambos, con el fin de observar, según el tipo de campaña que se quiera implementar, cuál puede resultar más exitoso.
¿Cuántos emails se pueden enviar al mes de forma gratuita?
Puede ser una de las preguntas más importantes, ya que esto puede determinar, desde el inicio, qué restricción conlleva utilizar las versiones gratuitas, tanto de Sendinblue como de Mailchimp. Aunque pueda resultar muy obvio, no siempre es fácil establecer qué versiones son las más idóneas, porque usar la versión gratuita puede ir aparejado con una serie de condiciones que, a veces, lo que en principio puede parecer ventajoso, puede terminar por no serlo.
Por su parte, Mailchimp permite enviar un total de 10.000 correos electrónicos al mes, a un total de 2.000 contactos, como máximo. Por su parte, Sendinblue, sin límite de contactos, permite enviar al día 300 e-mails; esto supone poder enviar al mes, en torno a 9.000 correos, que pueden ser a 9.000 contactos diferentes. Pero, ¿qué ocurre si se quiere lanzar una promoción a 1.500 personas? Pues sí, que habría que enviar cinco tandas de e-mails en cinco días diferentes, por tanto, ni los contactos, ni la campaña cumplirían con su función.
Hay publicidad no deseada
En este sentido, tanto Mailchimp como Sendinblue insertan sus logos en los correos electrónicos que se envían a través de su versión gratuita. Por todo ello, se “genera algo de ruido” al respecto a la hora de dirigirse al público.
La cuestión es que, en el correo que se envía como e-mail de venta, se adjunta un logo que no va asociado con la marca que realiza la campaña. Esa razón puede generar controversia en los receptores y eso no es deseable con este tipo de marketing.
Además, en la firma de Sendinblue, ese marcaje del logotipo también aparece en la primera opción de pago de su programa, lo que no ocurre en el caso de Mailchimp. Se trata, pues, de una cuestión a tener muy en cuenta.
¿Ofrecen estadísticas de los envíos?
Esta es una cuestión muy importante, porque ayuda a la marca a conocer el impacto de la campaña. Son datos que se pueden utilizar, tanto si se han cumplido las expectativas, como si no, porque se pueden mejorar y optimizar los futuros envíos.
En este caso, en Mailchimp, con su versión gratuita, permite acceder a unos parámetros básicos de dichos datos. Aunque, a decir verdad, no son especialmente detallados, pero permiten hacerse una idea de la repercusión de la campaña. Respecto a Sendinblue, ni en su versión gratuita, ni en las básicas de pago, ofrece estadística alguna; habría que acudir a sus cuentas más avanzadas para obtener esos datos. En este caso, Mailchimp también ofrece más ventajas.
Por todo ello, antes de decantarse por una u otra versión, cualquier experto en marketing, o las personas encargadas de esta tarea, deben conocer todos estos pormenores, ya que no está mal sacar el rendimiento máximo a las herramientas gratuitas que se disponen, pero siempre con conocimiento de sus limitaciones y todo adaptado a las necesidades propias de la campaña que se pretende formalizar, porque de ello dependerá la mayor parte del éxito o fracaso de la misma.