Cuando los seres humanos desarrollan vínculos emocionales es normal que se sientan atados a esos seres queridos, puesto que cobran una importancia en la vida. Este es un comportamiento que se refleja desde edades tempranas como mecanismo de subsistencia; no obstante, si la posibilidad de perderla le genera una gran preocupación y cree que no puede vivir sin ella, probablemente requiera de una dependencia emocional tratamiento.
Las personas necesitan mantener relaciones de apego, ya que esto favorece la seguridad, la protección, la vinculación y la autoestima; pero, si esta situación se sale de control y el individuo pierde el espacio propio para tratar de sostener este lazo, está frente a un problema de dependencia emocional.
¿Cómo identificar esta dependencia?
En muchas ocasiones, para los pacientes no es fácil reconocer que están frente a este escenario, pues se trata de aceptar una realidad compleja. Bajo este contexto, los especialistas en esta área realizan un estudio del caso, para determinar si en efecto se trata de tal inconveniente y de establecer una línea de acción para solventarlo.
Si presentas los síntomas que se describen a continuación, es indispensable que evalúes la probabilidad de asistir a un psicólogo para que te ayude a salir adelante:
- Necesidad de cercanía de una manera obsesiva: no puedes hallarte sin tu pareja, no soportas la distancia y quieres que te preste atención constantemente.
- La distancia te genera ansiedad: aunque pasen mucho tiempo juntos, nunca es suficiente para ti.
- El futuro te hace sentir inseguro: te mantienes en un estado de alerta por el miedo a que esa relación se acabe.
- Las probabilidades de experimentar el desamor te impiden estar tranquilo: el temor a que te abandonen y a que ese sueño se acabe, no te permite vivir en paz.
- Sentimiento de no merecerte esa relación o que no estás a su altura: a pesar de que esté contigo, te sientes por debajo de ese acompañante.
- Falta de autonomía: eres capaz de renunciar a tus propios gustos, para complacer por completo al otro.
Ante estas circunstancias, es imprescindible que contactes a un experto y empieces a recuperar tu libertad emocional.