Detrás de las cámaras, los focos y el glamour, detrás de los vestidos despampanantes y de los tacones de vértigo se encuentran horas y horas de esfuerzo, horas y horas de dedicación y chorros y chorros de talento desbordado que sale a la luz, pero que para que ello sea así ha tenido que hacer grandes esfuerzos y sacrificios. Y cabe decir esto pues que nadie se piense que el camino de la modelo es fácil, podrá ser agradecido el resultado final, pero nunca fácil.
Una de las principales premisas que aprenderemos en la formación que recibiremos en una agencia de modelos es que el talento sin esfuerzo de poco sirve y que el camino de las modelos y de los modelos no es el camino a seguir para quien se espere fama y éxito, luces y colores desde el primer día.
Cabe decir todo lo anterior pues en muchas ocasiones puede parecer que este mundo de las personas que hacen de modelos es un mundo banal, exento de esfuerzo y de dedicación cuando en realidad para nada es así: el buen modelo y la buena modelo tienen una exigencia y dedicación como el que más.
La pasión y la dedicación son dos elementos indispensables para quienes pretendan seguir esta carrera profesional. Pasión por una profesión y dedicación a la misma que a la larga les podrá conducir a lograr el camino soñado, pero que de entrada no les será nada fácil y ni los focos ni las luces del éxito inmediato brillarán sobre él o ella.
Que nadie se engañe, ser modelo es una de las funciones más gratificantes que pueden existir en muchos sentidos, pero todo el mundo debería saber y estar dispuesto a asumir el esfuerzo que supone llegar a recibir esa gratificación, y es que como se decía pretender llegar al éxito antes de haber comenzado es el camino más directo para no lograr el mismo.