La figura del arquitecto es importante en la construcción, pero no siempre es imprescindible. Sin embargo, es innegable que contar con la profesionalidad y la formación de un buen arquitecto en Barcelona siempre ofrecerá mayores garantías que se si el trabajo se deja en manos de otro tipo de profesionales.
Esto no quiere decir que otras figuras como aparejadores o ingenieros no puedan realizar trabajos para los que están específicamente preparados, pero un arquitecto tiene una formación especializada que abarca muchos más campos y conceptos.
Los arquitectos idean y diseñan, por eso nadie mejor que ellos para dirigir la obra, porque son quienes apropiadamente pueden resolver problemas que surjan sobre la marcha o imprevistos que puedan afectar al desarrollo normal de los trabajos.
Pero es más, el arquitecto seguramente sea capaz de prever pequeños problemas u obstáculos que podrá resolver con rapidez o, en el mejor de los casos, evitar situaciones graves, con una actuación eficaz. En este caso, la experiencia es otro factor a tener en cuenta.
Por otra parte, en su proyecto habrá especificado una serie de materiales para la construcción. Es fundamental que durante los trabajos se utilicen exactamente los que ha marcado, por eso el arquitecto es el más cualificado para hacer un seguimiento eficaz de la obra y de la calidad de los materiales que se utilizan.
La figura del arquitecto resulta, por tanto, fundamental bien sea en obras de nueva construcción como en reformas en profundidad de cualquier tipo de inmueble. Su figura no siempre es obligatoria por ley, pero contar con un buen profesional no es más que una garantía añadida del trabajo.
Y no solo en construcción propiamente dicha, solicitar el asesoramiento de un arquitecto siempre es interesante en otras actuaciones, como en la compra de solares o edificios, en alquileres o en ampliaciones de viviendas.
