Todos fuimos niños alguna vez, por lo tanto, estamos conscientes de que se trata una etapa en la que estamos aprendiendo constantemente sobre varias cosas, además, estamos conociendo a detalle el mundo que nos rodea y con él a nuestra familia, nuestros amigos, nuestras reglas de convivencia y algunos valores que debemos practicar a lo largo de la vida.
Además de todo ello, también estamos seguros de que se trata de una etapa en la que tenemos miedos, curiosidad y nos creemos el centro de todo, pues nuestros padres o apoderados nos han dado todo lo que hemos querido, además de alimentación, cariño, protección y calidez. Cuando los padres de familia exageran en proteger a sus hijos, es ahí cuando germinan los problemas.
Cuando un niño recibe atención desmedida y se le cumplen los caprichos, entonces ese niño tenderá a ser rebelde y poco obediente, algo sumamente peligroso pues será un problema que provocará muchos otros a lo largo de su vida y que también afectará a quienes estén en su entorno.
En función a estas premisas, el presente artículo tiene como fin el explicarte cómo conseguir que un niño te haga caso. Te daremos alguna pautas que te serán de mucha ayuda para comprender a tus niños y así, al final, logres más empatía y proximidad con ellos para te obedezcan en todo.
Cómo conseguir que un nuño te haga caso
Como bien se mencionó anteriormente, muchos de los niños que son sobreprotegidos o mimados al extremo, terminan convirtiéndose en personas de poco apego social o que no logran conciliar relaciones fraternas. Para evitar eso, es preciso que se preste atención a los niños en su formación y estar al tanto de qué es lo que influye en su mente.
Para lograr lo anterior, entonces debemos, por ejemplo, seguir más a nuestros hijos sin que ellos lo noten, es decir, saber quiénes son sus mejores amigos, qué preferencias tiene en juegos, qué miedos tiene, qué le gustaría ser de grande, qué series animadas y personajes de ficción son sus favoritos y más. Al conocer todos estos datos, entonces podremos aproximarnos más a nuestros niños y así lograr que ellos puedan tenernos más confianza.
Al mismo tiempo, es bueno establecer reglas para ellos, inculcarles valores, dar el ejemplo y siempre enseñarles a respetar a los demás. Solo así se logrará que los niños hagan caso. Poco a poco, el conseguir que un niño te haga caso será algo sumamente fácil.